Creo que casi tod@s conocéis el típico bizcocho de yogur, Pero yo he hecho unos cambios y el resultado ha sido fantástico. He respetado la base pero como me gustan los dulces con un toque cítrico, le he puesto zumo de naranja, la ralladura y un toque de vainilla.
No os podéis imaginar el aroma que desprende al hornearse, mi cocina
huele a naranja y vainilla que quita el sentido .El glaseado que le he
puesto es dura, crujiente y con toque a
naranja que lo hace especial. Os animo a que lo hagáis, os va a sorprender!!!
Usaremos el envase del yogur como medida
1 yogur natural
3 medidas de harina tamizada o cernida
2 medidas de azúcar
3/4 de medida de aceite suave
1 sobre de levadura o polvo de hornear
3 huevos
El zumo de 1 naranja y la ralladura
1 cucharada de esencia de vainilla
Para el glaseado
1 clara de huevo
1 pizca de sal
200gr de azúcar glas
2 cucharadas de zumo de naranja
Preparación
Precalentar el horno a 180º
Batir los huevos y el azúcar hasta que doblen el volumen, añadir el
yogur, el aceite, la vainilla, el zumo y la ralladura y batimos bien.
A continuación añadimos la harina mezclada con la levadura,
mezclamos bien.
Cogemos un bol lo engrasamos y enharinamos
Vertemos la mezcla y
horneamos unos 40 minutos, a 180º calor arriba y abajo, no aire porque os
quedara seco y muy dorado.
Pasado el tiempo sacar dejar enfriar
y desmodar
Hacemos el glaseado. Montar la clara, cuando este dura añadir el
zumo y el azúcar glas,
Mezclar con una cuchara hasta que nos quede una crema. Verter por encima del
bizcocho y extender para que caiga por lo lados, dejar secar.
Y buen provecho!!!
Lo simple también puede ser puede ser un bocado exquisito.Solo hace falta ponerle imaginación-
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